PARA SER FELIZ TODOS NECESITAMOS UN TRIFÓN COMO CUEVA. DEL 24 AL 26 DE JUNIO

Participantes: Arturo, Elena T., Lorena, El Niño, Rodro, Jorge… con el apoyo logístico del TJ de Soncillo que amablemente nos cedió unas latas de cerveza que han acompañado a los grandes momentos del fin de semana

Viernes 24 de Junio de 2016

Comenta Lorena:

Como de costumbre quedamos y montamos botes estancos en la campa de la casa de Arturo. Conduce que te conduce y… !!oh no!! Rodroneta cuneta abajo… Menos mal que aún queda gente buena de la de verdad, de la que ayuda sin pedir nada a cambio con un tractor amarillo… Tras este “sustín”, a eso de las 23:00 nos juntamos con Jorge en la plaza de Soncillo. Refrigerio en el bar, últimos preparativos y tomamos rumbo a la pista que nos conduce hasta la ermita, ya próxima a la boca del Trifón. En torno a las 00:30 llamamos a la puerta…el Trifón nos saluda con un soplido fresquito, su intrigante murmullo, y sus pasillos cristalinos. Fin de semana a fin de semana, !! el trifón se nos va secando!! Jejeje… Como siempre… una entrada sencilla y sin apenas estrecheces entre aguas y demás obstáculos litofílicos.

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Cruzando la poza final en el acceso al vivac

En torno a las 02:30 estamos, ya cambiados de ropa en el vivac. Montar las camas, echar un bocado y una sopa caliente… luego un ratito de sobremesa y postre y a dormir, que mañana hay muchas cosas que hacer. Hablamos de los objetivos para el fin de semana y decidimos retrasar ligeramente la hora de arrancar mañana ya que se nos ha hecho tardísimo y tenemos que estar descansados.

La temperatura en la zona del vivac resulta bastante agradable… parece que sopla con menos intensidad y que el aire viene del interior, con lo cual el dormitorio nos protege en la zona cocina-comedor.

 Sábado 25 de Junio de 2016

Amanece en el vivac, para unos más que para otros, ya que el punky está de no querer madrugar. Eso no impide que paaaaraaa seeeeeeer feliceeeees, sólo necesitamooooos una libreta de topo… Según vamos poniéndonos en marcha nos damos cuenta de que es mejor concentrar fuerzas y renunciar al objetivo de las escaladas esta mañana.

Al final nos organizamos en dos equipos, al más puro estilo furor, chicos vs. chicas: por un lado Arturo, el Niño y Jorge, que iremos hacia el final de la galería principal y también hacia la lateral del Lumi a ratonear, y con un neopreno a asomarnos a los sifones que aparecen en la zona final de la lateral del Lumi. Por otro lado, Lorena, Elena y Rodro que se quedarán en la zona de la sala Antrax-zona Gruyer para topografiar y dibujar una zona y a ratonear las gateras correspondientes.

Jorge nos cuenta qué hizo su grupo:

Arturo, Niño y yo (Jorge) no tardamos en alcanzar la zona final de la galería principal, en la que un derrumbe hace que esta quede interrumpida. La idea es buscar darle continuidad, bien a través de las entrañas del derrumbe o bien a través de alguna galería lateral paralela que permita un avance alternativo. Llevamos maza, pico y cincel. Nuestro primer impulso nos lleva hasta los agujeros del caos de bloques. El caos da bastante miedito, la roca es quebradiza y hay muchos bloques y rellenos de cantos grandes potencialmente inestables. A veces se mueven bloques enormes, y los techos están muy delicados también. Por la derecha, tanteamos unas gateras que conducen a un laminador arenoso y descendente que gira hacia la derecha y nos conduce a la lateral del Lumi, en un punto ya bastante adelantado de la misma.

En general, conseguimos bajar algunos metros por varias gateras infestas que al final terminan por hacerse impracticables. Descubrimos una zona en la parte alta del derrumbe un gran agujero entre bloques que nos permite bajar unos metros hasta alcanzar lo que parece ser un laminador bastante amplio que progresivamente termina por obstruirse. Poco antes de la obstrucción una gatera corta y vertical permite acceder a un breve nivel superior que también termina por cerrarse. Sin embargo la zona es amplia y a ratos se nota una intensa corriente de aire. Decidimos topografiarla ya que parece interesante. Salen unos 30 puntos de topo nuevos. Cuando terminamos, son en torno a las 14:30. Llevamos una mañana intensa, estamos cansados y el hambre empieza a hacer acto de presencia. Abandonamos el neopreno en la entrada de la lateral del Lumi para regresar por la tarde. Vamos a tantear al otro equipo, pero como aún no han terminado decidimos arrimarnos al vivac y aprovechar para hacer comida caliente.

Y Lorena lo que hizo el suyo:

Por otro lado, Elena y yo (Lore) nos quedamos por el punto 36 de la zona Ántrax. Para ser nuestra segunda incursión en el Trifón, no nos cuesta más que media hora encontrarnos en el mapa… Cosas del directo. Una vez situadas y con cuaderno y disto en mano, nos disponemos a topografiar lo mejor que podemos/sabemos… Llenamos hojas de datos, entre ramales y poligonales llegamos al magnífico y recién apellidado “PUNTAL”, ese que te deja entrar pero no salir… Y justo entonces llega el punky para decirnos que deberíamos ir a comer. Ya oímos al resto llegar… luego es hora del manjar.

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Topografiando la galeria bajo el derrumbe

Se unen un ratito todos juntos y Jorge nos lo cuenta:

Un ratito de relax todos juntos, una cervecita y algo de sobremesa para ir reformulando la tarde. La sensación de frío en este momento es mayor, la corriente de aire parece venir de abajo y a diferencia de ayer, levantamos vaho al hablar. Decidimos reestructurar los equipos; esta tarde Niño se irá con Elena y Lore a ratonear por los entresijos de la zona Gruyer, mientras Rodro, Arturo y yo (Jorge) nos dedicaremos a husmear las repisas de la galería principal, tomar los anchos de la lateral del Lumi, que el otro día debieron de perderse por un error, y tantear los sifones al final de la misma.

Las primeras tentativas en las repisas prometen. Poco después del giro al final de la galería del vivac, descubrimos un meandro sinuoso que serpentea por el techo y que parece tener una cierta continuidad y estudiamos modos de alcanzarlo; hay una colada que parece asequible así que la apuntamos para el futuro.

Más adelante estudiamos repisas a ambos lados de la galería que permiten alcanzar también zonas de meandro encajado a la altura del techo. Parece haber cierto desarrollo de galerías meandriformes en un nivel superior al nuestro y que puede alcanzarse desde varios puntos. El mayor problema es que en las alturas todo está muy delicado e inestable, por no hablar de los techos que se encuentran totalmente rotos; en ocasiones con grietas de varios centímetros. Movemos algún bloque inestable y peligroso que hace retumbar toda la montaña y derribamos algún relleno de bloques que corta el meandro; que parece tirar y no estar pisado. Rodro y Arturo avanzan por él mientras yo me dedico a tantear unas ratoneras por debajo de los bloques que por fin me conducen de nuevo a las repisas laterales de la galería principal, ya en la zona posterior al derrumbe.

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Concreciones en la galería principal

Después de un buen rato de fisgar rincones decidimos cerrar esta fase del trabajo y tirar hacia la lateral del Lumi; a coger los anchos necesarios y ya que hemos traído hasta aquí el neopreno, a fisgar los sifones terminales de la galería. Tomamos anchos; y como se ha hecho bastante tarde y son cerca de las 20:00 me voy adelantando hasta el final de la galería para no perder mucho tiempo con el neopreno (Jorge).

Tanteamos los dos sifones de la parte final de la galería. El primero de ellos ha bajado un palmo desde el 5 de Junio, así que se puede superar el labio de roca que forma el primer sifón y que ahora ha quedado unos 20 cm sobre el agua. Detrás hay una poza cristalina con varios recovecos que se cierra de nuevo. Aparentemente, el agua se encuentra a ras de un nuevo borde de roca que conforma un nuevo sifón, esta vez impracticable; sin embargo parece que en caso de seguir bajando el nivel es posible que se pueda llegar a pasar por debajo. Esta zona resulta curiosa ya que el lecho del rio son gravas finas redondeadas, silíceas, con un tamaño bastante uniforme aproximadamente entre 3 mm y 10-15 mm.

La arena solo aparece en las zonas altas más separadas del lecho; por lo que parece que la velocidad de la corriente suele ser suficiente para arrastrarla y dejar la grava limpia, a diferencia, por ejemplo de los sifones previos al vivac en los que el lecho es arenoso e incluso arcilloso en la zona de transición hacia la galería fósil; lo que indica zonas inundadas de aguas tranquilas. La corriente es importante en esta zona; aunque el arroyo parece menos caudaloso que el cauce principal.

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Sifones al final de la lateral del Lumi

Ya de regreso, tanteamos los dos sifones restantes. El primero, al fondo de uno de los ramales finales de la lateral del Lumi próximo al punto topo 550; el segundo ya de regreso en uno de los pequeños resaltes que cortan la lateral del Lumi en un precioso tubo con un meandro de proporciones liliputieneses encajado en el suelo.

Al llegar al sifón, descubrimos con sorpresa que se están formando pequeños grupos de cristales flotantes (el 5 de Junio no estaban), lo que indica que el flujo de agua se encuentra parado y la poceta se va vaciando poco a poco por evaporación (parece haber bajado unos 5 cm desde el 5 de Junio). Tras un precioso pasillo de unos 20 m, el paso se sifona de nuevo.

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Sifón en ramificación desde lateral del Lumi. Se aprecian las nubecillas blancas formadas por concreciones

La conclusión es que los dos ramales finales de la lateral del Lumi parecen estar relacionados entre sí y aunque han bajado bastante, están alimentados por una corriente de agua bastante continua. En cuanto al tercero de los sifones, situado más alejado y ya de vuelta, aunque habrá que ver la topo, parece estar algo más elevado que los otros y tratarse de una marmita residual, que se rellena estacionalmente en periodos de aguas altas y queda desconectada del resto en estiaje.

Aunque en principio no parece factible vaciar ninguno de ellos al hallarse los dos situados en los puntos más bajos de sus respectivas galerías, habrá que esperar al final del verano a ver cómo evolucionan los niveles, y a la topo en ambas zonas, que quizás nos ayude a aclarar un poco su funcionamiento. Por otro lado, el sifón situado a partir del punto topo 550 esta encajado en una fisura que continúa hacia arriba y que en un momento dado puede permitir una escalada.

Lorena nos cuenta que ha hecho el equipo «ratonero»

Solicitamos ayuda al Niño, que a ratonear nos va a ayudar. Volvemos al “Puntal”, esta vez con pico y pala para quitarlo. Y para nuestra sorpresa, tras ese pico hay un meandro, que excavado con precisión y paciencia por el Niño… nos da esperanzas. Canta que te canta distancias, brújulas y clinos, vamos dejando de oír a Elena, que se queda en el principio… eso es que nos estamos alejando!! Así que Elena entra a nuestro particular salón estrecho, la magnífica sala de los Ratones Ventolados.

Bajamos por unos caos de bloques, seguimos por otro meandro, subimos más caos de bloques… Este aire que nos golpea… Barrita de muesli en el punto 125… Y ya son las 20h Deberíamos volver a cenar, que el otro grupo igual se preocupa. A la vuelta, no están tampoco y con garimba en mano vamos a su búsqueda. Buenas noticias las que nos traen también; parece que el Trifón tiene principio… pero no fin. Ya de vuelta en el vivac, nos contamos las nuevas y cenamos calentito., entonces nos acordamos del queso que dejamos macerando hace ya unas tres semanas… parece que la vida troglodita le ha sentado bien.

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Vivac, dulce vivac…

Aprovechamos también la sobremesa para hacer algunos cambios en la distribución del espacio vivac. Alejamos la zona WC y desplazamos el cambiadero de neoprenos con él, de manera que quedan aguas abajo del vivac en una zona más limpia y con menos barro. Poco después, dormimos plácidamente al delicado ritmo del toc toc de las gotitas. Segunda noche en el vivac y merecido descanso…

Domingo, 26 de junio de 2016

A la mañana siguiente nos queda la mejor parte al desayuno: puesta de neopreno mojado con virutas de arena al vapor… ¡¡Exquisito!! Y poco a poco vamos estando para salir.

Destrepe a la zona de barro… arrastrada hasta el sifón. Chapuzón, pasillos, sala de los mosquitos y por fin la estrecha fisura. Cada vez es más corto este Trifón… en 40 minutos estamos fuera. Allí tenemos un par de cevezas y una botella de agua. Paseíto a las furgonetas, comer y visita relámpago al TJ para tomar un café de despedida antes de la vuelta, con parada previa al final de la subida para apreciar las vistas.

Ha sido un fin de semana intenso, disfrutón y bastante fructífero aunque nos vamos con más preguntas que respuestas… los frentes se multiplican, aparecen nuevas direcciones, nuevos niveles… lo que sí que parece cada vez más evidente es la existencia de un nuevo nivel de galerías por encima de nuestras cabezas. Por debajo las opciones son muy limitadas porque estamos a escasos metros del freático. Estamos ansiosos por iniciar la exploración de varias escaladas que hemos ido fichando…

 

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