Participantes: Carla, Cris, Rodro, Jorge
De nuevo una mención especial al bar TJ de Soncillo, donde cada vez nos tratan mejor; además de invitarnos, como cada fin de semana, a una rondita a la salida.
Jorge al habla:
Viernes, 8 de Julio de 2016
Nos juntamos en el TJ el viernes a eso de las 22:00. Tradicional rondita y cena en el TJ…Intentamos no liarnos mucho porque esta vez entramos poco tiempo… pero oh sorpresa, resulta que nos liemos cuanto nos liemos siempre acabamos entrando a eso de la medianoche… Habrá una sala del TJ en el Trifón.
Tradicional empaquetamiento en la ermita, nos enfundamos en nuestros castigados neoprenos, dejamos las garimbas en la fresquera y abrimos la reja de entrada. Bocanada de aire fresco.. Agujero descendente hasta el agua. Rumor de fondo al llegar al paso Ratatui. Nubes de mosquitos. Aguas cristalinas hasta nuestra llegada.
Acceso sufrido y que ya se ha convertido en algo cotidiano, esta vez menos algo menos cargados. En algo menos de una hora nos arrastramos por el barro y en una hora larga estamos en el cambiador.

Cena relámpago y como sobremesa, echamos un vistazo a las topos para decidir que hacemos mañana y parece que lo mejor es que exploremos el sector del meandro colgado y que ratoneemos los agujeros de esa zona que quedaron pendientes la semana pasada, con idea de cerrar la topo en esa zona. A todos nos parece bien; tenemos tres equipos de verticales y un taladro para cuatro personas, además de un pingo de cuerda del otro día y una cuerda nueva que hemos metido.
Cae la noche en el vivac. También cae poco a poco la botella de albariño que hemos traído, y al final, terminamos por caer nosotros.

Sábado , 9 de Julio de 2016
A eso de las 8 y poco amanece en el vivac. Y si no amanece, pues la Crispi te quita la colchoneta, te la pone encima y se pone ella encima. Así que por fin, termina por amanecer. Y con un buen desayuno repartimos en tres mochilas taladro y anclajes, dos equipos de verticales y algo de comida para no tener que volver al vivac y apurar más el día. En torno a las 10:40 salimos.
En torno a las 11:00 llegamos a la delicada repisa que dará acceso al primer sector del meandro. Tras la repisa, trepada entre bloques inestables y gatera ascendente de entrada al meandro. Aquí hay varios agujeros sin mirar; Carla y yo bicheamos las gateras de la izquierda, con poco futuro ya que el pequeño laberinto termina por estrecharse hasta quedar totalmente cegado. Rodro y Crispi, tras comprobar que no hay mucho más en la sala (aparte de un tentador agujero en el techo que exige una escalada y que vamos a dejar de momento), pasan la gatera y llegan a la sala que precede al desfonde. Uno por uno vamos pasando el resto.

Total, que nos ponemos a fisgar; hay una chimenea ascendente, muy tentadora. Cris se introduce en una estrecha fisura. Desde arriba grita algo, parece que hay una galería. Poco a poco abandonamos nuestros respectivos agujeros y nos introducimos en la delicada fisura siguiendo a Cris, justo antes del desfonde. La fisura tira y se estrecha. Hay un punto estrecho donde unos bloques empotrados facilitan el ascenso en oposición por la chimenea. Allí está Cris esperándonos.

Después, remontamos unos metros y salimos a una primera sala, en varios niveles y de techo alto. La galería continúa hacia abajo hasta dividirse en varios ramales cada vez más estrechos que en una primera visita relámpago, parece que se ciegan. De frente una gran colada da pie a una escalada que da paso a una gran repisa. Es muy tentadora y la apuntamos para luego. Hacia arriba, hay bloques de gran tamaño por los que remontamos… y al llegar arriba… la luz de los frontales se pierde en una sala de proporciones nunca vistas en el Trifón.

En general, el techo es bajo, pero en muchas zonas suficiente para ir de pie, aunque la sala se extiende a derecha e izquierda en zonas de techo bajo muy extensas. Carla, Cris y yo (Jorge) nos ponemos a bichear; Rodro viene de camino haciendo fotos. Carla se mete en los agujeros entre bloques Cris remonta hacia la izquierda; yo de frente, la sala parece ser infinita. En la zona central de la sala, el suelo no está concrecionado; y el techo escasamente. En realidad parece que la estructura general sea un potente estrato que se ha hundido, dejando una burbuja de aire en su lugar. El suelo está en unas zonas fracturado y en otras bastante sano. Al fondo hay unas coladas; avanzo hacia ellas… el nuevo sector parece muy extenso; vuelvo al inicio de la sala a buscar a la gente. A medio camino me junto con Cris que ha descubierto que, tras un resalte de bloques hay otra sala de proporciones similares a la anterior.

Encontramos a Carla y luego a Rodro. Entre las 12:00 y las 13:00 damos un paseíto tranquilo y fotográfico por la gran sala. Remontamos de frente hasta las coladas y el gran circo. Luego descubrimos una repisa con una colada al fondo en lo que parece ser el punto más elevado de la sala. Hay muchos restos de animales, tipo roedor o similar; parecen muy grandes para ser murciélagos. Según el altímetro, estamos unos 25 m por encima del vivac.
Detrás descubrimos un pozo con bloques, que destrepamos. Al fondo y por una repisa hay una galería que se ciega y desde el fondo del pozo sale una galería en lo que parece ser un túnel por detrás de la colada, muy concrecionado y con gours secos. Unas zonas de techo bajo y aparecemos en lo que parece ser otra sala, u otra zona de la misma; también con pendiente pero esta vez con suelo arenoso.

Vuelvo a las gateras que dan paso a la sala central. Con Rodro rodeamos de vuelta el gran circo por el otro lado en bajada hasta la entrada. Hemos dejado las mochilas abajo en el meandro por lo que vamos a volver a por las sacas y de paso instalar un pasamanos en el acceso para canalizar el paso de gente por un punto y romper las mínimas flores. Manos a la obra. Instalamos el pasamanos de acceso y subimos las mochilas. Carla y Cris vuelven; parece que han tenido algunos problemas para localizar la gatera de salida de la sala de suelo arenoso. Estas salas de proporciones inmensas nos despistan; hay que empezar a poner hitos por todo y a estar muy atentos a la orientación.

Comemos. No nos vemos capaces de dibujar este entuerto. Pero decidimos que una poligonal y dibujar lo que se pueda del acceso puede ser muy productivo. Así que volvemos a la organización tipo Furor; con Carla y Cris que se van a topografiar; mientras tanto, Rodro y yo nos centraremos en la escalada de la colada al inicio del nuevo sector. Tenemos un taladro que tira poco, no excesivos anclajes y una llave fija 13/17 artesanal; y la colada, aunque dista de ser vertical, resbala como el demonio.

Y así, con paciencia y al ritmo de “Sueño Contigo” de Camela, en cosa de una hora y media Rodro alcanza la repisa y completa la instalación ya que se confirma que la repisa parece tirar por arriba y habrá que subir más. Acabamos de descubrir la galería Rasputin colgada sobre el pozo. Cuando Rodro baja, subo a fisgar la repisa. En el nivel superior el altímetro marca unos 35 m por encima del vivac.
Queda pendiente instalar un pasamanos para continuar por la galería, pero por el otro lado hay más galerías que tiran y también agujeros interesantes y perdedores. A través de una gatera paso a una sala contigua, de ahí a una especie de pasillo y la cosa promete continuar. A la que vuelvo, me paso 10 minutos buscando el agujero por el que he entrado. El piso superior del Trifon en una primera impresión es muy perdedor.

Cuando bajo de nuevo, el equipo topo y libreta ha pasado a nuestro lado hace un rato y ya se encuentran bastante adentro en la macrosala. Rodro sube a cortar el sobrante de la cuerda porque nos hemos quedado sin cuerda para instalar un acceso directo desde la galería principal al meandro; mientras tanto yo subo a buscar a Carla y a Cris, que ya están en la zona final de la sala. Al bajar de nuevo hacia la salida aprovecho para fisgar también la sala de la izquierda. Remonto unos metros entre los bloques. Estoy unos 40 m por encima del vivac según altímetro, y la sala parece seguir tirando hacia arriba.

Cuando llego a la cuerda que marca la chimenea de acceso veo por las mochilas que Rodro ya ha bajado; así que bajo detrás de él a echarle una mano; pero cuando llego ya ha montado una estupenda instalación desde las alturas que cae a plomo a la galería principal. Esperamos al equipo topo. Al final se ha hecho bastante tarde y tenemos que salir en el día. Recogemos rápidamente; y procedemos al extremadamente agradable momento de enfundarnos de nuevo los neoprenos mojados.
Poco antes de las 20:00 nos arrastramos por el estrecho pasillo de salida. Sentimos la bofetada del aplastante calor de la calle. Cervecitas a la salida. Visita relámpago al TJ de Soncillo, a decirle que ya hemos salido y que ya tenemos sala TJ, ronda rápida con pincho incluido. Nos despedimos.

Ha sido una entrada breve pero de gran intensidad. Se ha abierto la puerta del piso superior; veremos que sorpresas nos depara este nuevo nivel. De momento, lejos de cerrar incógnitas se han abierto otras tantas. Además, la cueva cambia bastante su morfología; grandes volúmenes y grandes extensiones aunque en general los techos siguen sin ser demasiado altos pero sí que están mucho más sanos que en la galería principal. La topo resulta compleja y al mismo tiempo imprescindible ya que parece que no estemos lejos de la superficie del terreno. Parece que tendremos faena en este sector para muchos fines de semana…