VISITAS Y MEANDROS. 19, 20 Y 21 DE JUNIO

Participantes: Chema, Irene, Afri, Lobo, Lore, Rodro y Bruno

Puede sonar raro, pero teníamos ganas de volver a meternos en ese agua helada y llenarnos de barro hasta las orejas.

Para no perder la costumbre y antes de empezar, hacemos la parada de rigor en el TJ para acumular unas pocas calorías que bien nos vendrán después.

Hoy nos acompañan Irene y Chema, que entrarán y saldrán en el día, pero han metido ropa seca para evitar las penurias de estar toda la jornada con el neopreno mojado.

Más o menos, a medio día estamos en la boca preparados para entrar, y en hora y media, ya hemos sorteado el agua y los pasamanos, y estamos cambiándonos.

El día de hoy lo dedicaremos a visitar la cavidad. Subimos al último nivel, para perdernos por las grandes salas, contemplamos esos inmensos espejos y  ratoneamos un poco por las zonas pendientes de exploración, a ver si les pica el gusanillo, que parece funcionar porque son las 8 de la tarde y no tienen prisa por salir.

Chema no se quiere ir

Un rato después, nos despedimos de ellos, y nos ponemos a hacer la cena, aquí dentro quedamos Rodro, Lore y yo. Con la duda de si habrán llegado hasta la calle nos vamos al saco.

Amanece el sábado en el Trifón. Hoy esperamos la entrada de Lobo y Afri, pero como sabemos que les llevará un rato, nos vamos a la zona Grullere a empezar con la topografía de esa topera. Cuando paramos a almorzar, oímos las voces de nuestros compañeros, que se acercan por la galería principal. Nos cuentan, que llegaron a la campa ayer por la noche, y mientras estaban tomando un refrigerio en la boca de la cueva, coincidieron con la salida de Chema e Irene, así que, por lo menos sabemos que llegaron bien hasta la calle.

De momento, nos quedamos los cinco aquí, a cerrar la poligonal. 

Lobo y Lore en la entrada de Grullere

Después de comer, Afri y Rodro, van a la Lateral del Lumi, a verificar unas tiradas antiguas, que no cuadran. Lore, Lobo y yo volvemos a Grullere a ratonear los laberintos y caos de bloques que parecen cegar el final de este sector, y damos con una gatera, que tiempo atrás exploraron Lore y Ele Tomé. Una lástima que el Lobo no pudiera acompañarnos debido a las reducidas dimensiones de la estrechez y los derrumbes. Poco a poco vamos haciendo la topografía y llegamos a la punta donde se dieron la vuelta tiempo atrás.

El meandro continúa, abriéndose y tomando volumen en algún lugar y volviéndose a estrechar. En un punto determinado, una fractura corta este meandro de manera perpendicular y su continuación ha de realizarse subiendo un par de metros a través de  capas de lajas  y arcillas de colores rosados y magentas, una gran contesa de fresa. Aquí se ve claramente el desplazamiento vertical que también observamos en las salas de arriba.

El meando continua de manera descendente, cada vez más estrecho y parece convertirse en un colector-sumidero donde hay grandes acumulaciones de barro. Acaba por volverse impenetrable, pero con corriente de aire. 

Una vez unido a la poligonal general, vemos que parte del meandro discurre por debajo de una de las grandes salas y por encima de otra galería que se exploró tiempo atrás,  además  de orientarse hacia la Lateral de Lumi después de un giro de 180 grados. Nos ha llevado más de 4 horas topografiar este meandro.

Lobo nos ha esperado echando una siesta en un lugar cómodo que ha encontrado, y como no hay noticias del otro equipo, vamos a su encuentro.

El paseo del GEN

Están en uno de los ramales de la Lateral, nos juntamos a ellos y así agilizamos el trabajo, solo vamos a tomar datos sobre los puntos anteriores, ya que hay un error en el cierre antiguo de unos 2 metros, parece ser que hay un par de tiradas que tienen algún metro más de lo que deberían. Acabamos por cerrarla otra vez en la galería principal, cerca del tapón de bloques. Con los objetivos cumplidos, nos volvemos a cenar y a teorizar sobre el “Meandro de la 4 horas” y si pudiera tener conexión con el ramal de abajo.

El domingo es día de recogida, aprovechamos para sacar algún útil inservible corroído por la humedad y a hacer inventario. Rodro y Lore se quedarán hasta por la tarde. Lobo, Afri y yo comemos algo en el TJ y emprendemos el regreso.

A media tarde recibimos la llamada de que ya han salido y que en esas horas, revisando puntos en la galería principal, ha aparecido otra galería inferior, entre risas decimos que el objetivo era acabar con los trabajos empezados antes de meternos a explorar zonas nuevas. Es lo que tiene la oscuridad, puedes pasar cientos de veces por el mismo lugar y no encontrar nada o ir a hacer otra labor y que la cueva te regalarte una sorpresa…

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